La entrega de Premio lo Nuestro, congregó a lo mejor de la música latina, y no podía dejar por fuera a uno de los exponentes más grandes de los últimos años, Farruko, Carlos Efrén... quien recientemente profesó su amor por el Señor y cambió "las pepas" por alabanzas y mensajes de amor.
Farruko interrumpió su gira de conciertos para recibir un reconocimiento por se LA EXCELENCIA URBANA y también para actuar frente a sus colegas y amigos del género. Lo que no sabía es que el hecho de que sus hijos, los cuatro, entraran con el premio en las manitas que casi ni podían con él, lo hiciera llorar.
Sus cuatro hijos llegaron a abrazarlo y mientras él lloraba de la emoción, el público se enternecía con la imagen de un hombre que por fuera parecía duro, pero ha mostrado su gran corazón. Farruko estaba cantando junto a Daniel Habib y Pedro Capó cuando anunciaron su premiación.
Su gira La 167 Tour, ha cambiado un poco de panorama, pues hay lugares en donde no han bajado los precios de los boletos, pero eso a él no le importa. Seguirá con sus planes de hablar de Dios durante las presentaciones y será fiel a su idea de cambiar la tónica de sus canciones atrevidas que hablan de drogas y sexo.
Durante su concierto de Miami, Carlos Efren Reye, nombre de pila de Farruko, dijo que mientras gozaba de la fama y el dinero, vivía un infierno por dentro, al no poder ver a sus hijos, porque lastimó a varias mujeres entre ellas a las madres de sus pequeños. También comentó que a una corta edad le prometió a Dios que si lo hacía famoso, él lo iba a alabar, y no lo hizo así, más bien le falló.
Ahora con este renacer espiritual, Farruko ha sido aconsejado por varios famosos, entre ellos Yuri, quien pasó por un momento parecido mientras gozaba de más popularidad pero su vida era oscura y depresiva. "Que siga cantando sus canciones, tal vez con otras letras, pero que le siga cantando a los jóvenes".